“¡400 millones son demasiados 400!”, es el lema principal del Día Mundial de la Hepatitis 2015, cuyo objetivo es hacer énfasis en el impacto de la hepatitis viral en la vida real y generar conciencia en torno de su prevención y de la necesidad de expandir el acceso a su diagnóstico y tratamiento.
Las hepatitis virales son enfermedades infecciosas que constituyen hoy una de las más grandes amenazas para la salud mundial que afectan a millones de personas en el mundo. A nivel mundial se estima que hay más de 400 millones de personas infectadas con el virus de la hepatitis B y C, una enfermedad que de no ser tratada a tiempo puede causar cirrosis, cáncer de hígado e incluso llevar a la muerte.
Muchas personas con hepatitis C no experimentan síntomas durante la fase aguda de la infección, por lo que no saben que están infectadas. Sin embargo, el virus puede detectarse en la sangre mediante pruebas de laboratorio. Durante la última década, el tratamiento de esta enfermedad ha mejorado notablemente. La adición de nuevos inhibidores de la proteasa (enzima) a la terapia estándar ha demostrado incrementar el porcentaje de pacientes con respuesta al tratamiento.
El Día Mundial de la Hepatitis es organizado por la Alianza Mundial Contra la Hepatitis (World Hepatitis Alliance), una organización no gubernamental que agrupa a alrededor de 200 organizaciones de distintos países que trabajan en el campo de las hepatitis virales, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS).